Fue fundado en el siglo XVI y culminado un siglo más tarde a instancia del obispo auxiliar de Toledo don Melchor de Soria y Vera, natural de Jaén. Su auténtico nombre es el del Convento de la Concepción Franciscana, aunque simplemente se conoce como "las Bernardas", nombre que le viene de la protección que sobre él ejerció el cardenal don Bernardo de Sandoval y rojas. Es sin duda el monasterio más notable en el aspecto artístico de toda la ciudad.

Destacan sus bellísimas fachadas y patio conventual. De su interior destaca una rica colección de pinturas de Angelo Nardi.